Hoy, 20 de noviembre, es el Día Universal del Niño. Esta entrada es por ellos, por todos los niños y niñas del mundo.
Parece lógico que siendo las personas más vulnerables que tenemos en nuestra sociedad, tratándose de nuestro presente y, sobretodo, futuro, siempre tengamos presentes los derechos y las necesidades de los niños y las niñas, verdad? Lamentablemente no es así, todos lo sabemos y las noticias, día a día, se encargan de recordarnos que no es así.
Da la sensación que los derechos de los niños es algo evidente y que deben haberse establecido hace siglos. Pero la realidad es que no hace tanto de esto. La Declaración de los Derechos del Niño se aprobó en la ONU el 20 de noviembre de 1959, pero no tenía legalmente un carácter vinculante, por lo que no era suficiente para proteger los derechos de la infancia. Hicieron falta 10 años de negociaciones para llegar al texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño el día 20 de Noviembre de 1989 y de obligado cumplimiento para todos los países que la firmaron.
Esta mañana, cuando escuchaba en la radio que hoy era el Día Universal del Niño, me planteaba para qué sirve un día así?
Me gustaría pensar que no se trata sólo de una celebración. En los tiempos que corren, tener un Día Universal de la Infancia ha de servir para algo más. No podemos, ni debemos, ignorar que la situación actual golpea con más fuerza a nuestros menores.
Pero, como mínimo, un día como hoy sirve para:
- recordarnos a todos que los niños son los más vulnerables y los que más sufren la crisis y los problemas de injusticias, desigualdades y guerras del mundo.
- recordarnos que absolutamente todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar en el que hayan nacido.
- hacer más presente las necesidades de los niños a nivel mundial. Para recordarnos lo importante que es trabajar para y por los niños de todo el mundo, para asegurar su bienestar y su desarrollo.
- que todos conozcamos los derechos de los niños.
Y a partir de aquí, que cada uno haga lo que buenamente pueda para aportar su granito de arena, para hacer algo desde nuestra posición y con nuestros recursos para el bienestar de nuestros niños y niñas.
Ojalá todos los niños del mundo puedan tener hoy un dulce día!
Besos
Nona
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